domingo, 28 de noviembre de 2010

Por la revolución educacional.


Hoy miramos con desprecio el poder que mantiene nuestro país, gobernantes que no hacen nada por mejorar la calidad de nuestra educación, y que sin piedad ponen parches para que se vea "bonito" lo que el Señor presidente, y toda su tropa de insuficientes se vean como los héroes de Chile.
Aclaremos, que lo que se está haciendo hoy con respecto a la educación, pretenden ser avances para la misma...pero, ¿se han puesto a pensar en un futuro, con profesores incapacitados moral y sobre todo vocacionalmente para ejercer la docencia? Claro, "regalemos becas para pedagogía", ¿No saben acaso, que hay alumnos dentro de ella, que con el sudor de su frente y la de sus padres, han intentado pagar una carrera que para ellos satisface su futuro, y sustenta su autonomía solo por que es lo que desean?, tampoco se ha pensado que el colapso de la carrera, y la sobre población de profesores, no favorece ni a la educación ni a los docentes...
Con menor razón, los docentes buscarán posibilidad de auto manejar su situación, no nos sirve que nos regalen la carrera, nos sirve amar lo que hacemos, y luchar por nuestro futuro, ser cada día mejores...(creo que aquí va la solución) capacitar a los docentes con mejores cursos de perfeccionamiento, y por qué no, también becas para ellos, que estimulen la competencia y que así mejore la calidad de la educación.

Ni hablar del cambio curricular, que disminuyendo horas de Historia lo único que conseguirán, son alumnos estructurados mentalmente, y no desarrollados en intelectualidad, cultura y sobretodo "educación llanamente esencial".

Miremos al frente hoy, no seamos individuales, y busquemos solución al egoísmo, practiquemos fortaleza y constancia, miremos lo que tendremos cuando pasen los 4 años diestros.

No justifiques lo que no se puede, ni amarres tus alas al suelo, hay mucho más que mirar estudiante, que amas lo que sueñas, y que vivirás por ello.


¡Arriba la Pedagogía vocacional!

jueves, 25 de noviembre de 2010

Lágrimas instantáneas


...Como cuando se siente que se preparan las nubes para llover, y se siente ese aire cálido, y un poco denso, así se siente cuando la "máquina" de lágrimas comienza a funcionar...
No hace falta más que un poco de empuje hacia el vacío y vuelves a caer...
Casi siempre una tercera persona ayuda en esto.
Las máquinas suelen no trabajar solas, pero ésta al parecer, sí.
La máquina acumula residuos, tóxicos, de gran importancia y vanos.
Caen instantáneas cuando llegan al límite, y sin límite incluso , son capaces de inundar...
Se abstienen de nervios, y se rebalsan sin par, se construyen momentos, de guerra y de paz.
Aumentan los fuegos, los miedos, los ritos, las prisas, aumentan con ello las ganas, el placer, y la impotencia, ira incluso...
Cuando la máquina se esfuerza en cerrar, y no dejar caer de ella, una gota miserable de lágrima.
Miserable, por miedo a ser derramada gracias al fuego impotente de la ira...
Miserable por el miedo de tener prisa...
Miserable por los ritos, momentos que únicamente están ahí para llorar...
Infinitamente valiosa por su desahogo, y por su sentimiento ahogado entre nervios, ritos, ira , miedos...Sobre todo miedos, que al fin y al cabo serán reprochados cuando llegue el fin, cuando termine de caer la última gota roja...

domingo, 7 de noviembre de 2010

Extraño.


No me extrañaría que más allá de la forma encuentre la esencia, tampoco me extrañaría que fuese más largo el camino y más corto el olvido...
Incluso, no me extrañaría que mañana fuese amargo lo dulce y agrio lo salado.
De todas formas me extraña que en la vida existan extrañezas tan pequeñas, que no te extrañe que no esté, ni que ahí se encuentre, ni que te extrañe lo que no tienes, ni lo que vas a tener...
Tampoco que te sea extraño lo que escribo, pues ya lo es...tampoco que no lo entiendas, ni tampoco que hoy llueva, ni tampoco que mañana ocurra lo peor, ni tampoco que más adelante no existas.
No te extrañes tampoco por ser distinto, no te extrañes menos por ser único, ni te extrañes aun por querer ser más.
No es extraño que en la vida hayan extrañezas, pero lo más extraño es que las sentimos.
Te extrañas por lo cotidiano, y por lo que vives, y no te extrañas por lo que juras, ni por lo que rezas, ni por lo que pides, te extraña que te engañen, pero no que tu mientas.
Peor aún...que no te extrañe que vives para alguien, y por ti mismo...
Que no te sea extraño que eres tú.