martes, 7 de octubre de 2014

Abstracción intelectual

A veces tener un sueño, es sinónimo de libertad, a veces ese sueño se transforma en antagonista y reprime sonrisas. Mientras buscamos respuestas, la mente se involucra y hace hablar a la lengua; la lengua posee su tercer freno que, sin duda alguna, se suelta cuando el cerebro manda señales de ira, ironía y orgullo. Podría decir que la vida entrega más de un tesoro a nuestro tiempo, podría mencionar la palabra realidad, pero ¿qué es lo real? En estricto rigor, ser reales simplifica lo existente, y lo existente es lo creado, lo mutado, lo material...¿por qué no lo abstracto? Abstracto en su sentido más íntimo consta de las realidades no concretas...¿por qué en definitiva sigo llamándole realidad? Porque cada cosa que la vida promete, cada sentido del sujeto, cada perspectiva, y cada rincón de sinapsis cerebral, pertenece al estigma metafísico que rodea nuestro andar, camino, vida, o como quiera llamarlo. Existen determinaciones (de esas que dan término a un concepto) de la conciencia, del análisis conceptual que recrea nuestras diferencias humanas y que nos hacen un "ente" (existente, según insinuaciones aristotélicas). -A veces me pregunto, por qué estoy escribiendo un texto que necesita ser comprendido, esto no es real- Más allá de cualquier simbolismo, vincular nuestra mente a otras aristas, nos hace dueños de las posibilidades. Una vez dije que el humanismo diversifica, crea y recrea, sin necesidad de método, sin necesidad de vincular una teoría concreta; la mente humana atraviesa la barrera de sí mismo, ser "ente" es estar abierto a las cosas (Heidegger), la realidad muta, la existencia es definitivamente una concepción subjetiva, un problema de competencia, de liderazgo, de desenfreno intelectual, de desafío e inconsecuencia histórica pero sobre todo de ignorancia. Seres sociales, dialécticos, con motivos comunes, con capacidades intelectuales diversas, inteligencias diversas; seres que, en consecuencia, permiten salir de la corriente de la conciencia, y penetrar la trascendencia, no de forma predicamental, sino atrayendo los diversos paradigmas que constituyen la "realidad". Ser "nosotros" permite ser fuentes personalistas de nuestras propias ideas. Si grandes pensadores, en determinado tiempo, nos hicieron pensar lo impensado y creímos lógica su abstracción, no quiere decir que en circunstancias diversas nuestro "ente" sea motivo concreto de "realidad inmutable", pues somos sujetos partícipes de motivos, partícipes de consecuencias, partícipes de formas, de discursos, de seres, de vidas, y sobre todo de nuestra propia vida. ¿Podríamos entonces ser parte de la masa que "cree" en algo, o viceversa? (Utilizar anfibologías me parece adecuado para un contexto "real" de circunstancias subjetivas -ambiguo, sin restricciones de pensamiento-) como diría Bretón, hay que considerar que si el objeto se subjetiviza, el 'yo' se disgrega y toda la historia, toda la poesía es la libertad que los poetas han tomado como el "yo soy", pensamiento con el que concuerdo desde el punto de vista de la "creación", considerar mi yo como fuente creadora, asimila la virtud intelectual, original y liberal, sin trabas que, indudablemente, desarrollan un pensamiento prodigio. A veces, debemos invitar a la mente para salvaguardar el pensamiento, y a los sentidos magnificar la creación. Debemos hacer parte la vida, debemos hacer parte la mente, considerar los sentidos, y fusilar el desahogo, los impulsos, los rencores, los orgullos, las vanaglorias. Crear desde el yo, para el yo, por el yo; con el resto, para el resto, por el resto.