
No recuerdo la ultima vez que visité tu ausencia, pues aunque estabas solo siempre estuve ahí, cautivando tu sueño, más allá de lo esperado... Cuando llegamos a nuestras vidas, no bastó más que un flechazo de San Valentín, y una mirada tierna, loca, adrenalínica, directa, siempre encendida y esperanzada... Cuando comenzó, jamás pensamos que llegaría a este punto, donde las almas queman, y sus cenizas dan frutos, cual ave fénix resucita para "volver a vivir" y redundo en esto porque es importante que se entienda, que "he vuelto a vivir" y que de no ser por tu amor, muerta estaría mi ausencia, y buscándote más allá de mi cielo, no encontraría más solución que la pronta desgracia y el desconsuelo. Por suerte estás aquí, por suerte te encuentras conmigo, y por mucha suerte no nos podemos alejar el uno del otro.
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